Forma de vida franciscana-clareana

FORMA DE VIDA FRANCISCANA-CLAREANA

Todo seguidor de Cristo es un profeta, esto significa que es una palabra de Dios para el mundo de hoy.

Francisco y Clara de Asís siguieron las huellas de Cristo mostrando el rostro de un Dios pobre y menor, que se da a todos en fraternidad universal. Francisco y sus hermanos lo hicieron alternando la predicación itinerante por ciudades y pueblos con la contemplación en lugares apartados. Clara y sus hermanas se dedicaron a una intensa vida contemplativa siguiendo a Cristo pobre, permaneciendo en el pequeño y precario Monasterio de San Damián, en las afueras de Asís.

 

 La vida de sus hijas hoy…

 

La forma de vida de las hermanas pobres, instituida por el bienaventurado Francisco es ésta: guardar el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin propio y en castidad. (Regla de Clara)

 

 

 

 

 

Obediencia

 

Participa del misterio de Cristo Obediente, que bajó del cielo no para hacer su voluntad, sino la de Aquel que lo envió.

Las hermanas renuncian por Dios a sus propios quereres, por eso obedecen por amor, según espontánea y voluntariamente prometieron al Señor. (Testamento de Clara)

 

Sin propio

Vive siguiendo las huellas de Jesucristo, pobre y crucificado, entregándose confiadamente a la providencia del Padre.

Las hermanas a las cuales el Señor ha dado la Gracia de trabajar, trabajen con fidelidad y dedicación y no se apropien nada: ni casa, ni lugar, ni cosa alguna. Y como peregrinas y extranjeras en este mundo, sirvan al Señor en pobreza y humildad (Regla de Clara)

Castidad

Signo del desposorio de Cristo con la Iglesia, su fidelidad y la de su Santísima Madre.

Dichosa aquella a la que se le ha dado gozar de este sagrado banquete y apegarse con todas las fibras del corazón a aquel cuya hermosura admiran sin cesar todos los bienaventurados ejércitos celestiales, cuyo amor enamora, cuya contemplación reanima, cuya benignidad, llena, cuya suavidad colma, cuyo recuerdo ilumina suavemente, cuyo perfume hará revivir a los muertos. (4ta Carta de Clara)

En espíritu de oración y devoción

 

 

El lenguaje de la hermana pobre es la liturgia de las horas, en la que habla a su Esposo, y con Él alaba al Padre en nombre de todos sus hermanos, los hombres.
La Eucaristía es su principal alimento, y fuente de comunión con las hermanas.
Prolonga su participación en el Sacrificio Eucarístico a través de la adoración.

Aplíquense a lo que por encima de todo deben anhelar: tener el Espíritu del Señor y su Santa operación y orar continuamente al Señor con un corazón puro. (Regla de Clara)

En santa unidad y mutua caridad

La hermana pobre se entrega a Dios y desarrolla su vocación en la comunidad, donde recibe a sus hermanas como Don.

Y amándose mutuamente con la caridad de Cristo, muestren exteriormente con las obras, el amor que interiormente las alienta, a fin de que, estimuladas las hermanas con este ejemplo, crezcan continuamente en el amor de Dios y en la recíproca caridad. (Testamento de Clara)

Dedicadas a la contemplación de manera claustral

La vida en clausura nace del deseo de amar sin reservas a Aquel que se nos entregó totalmente por amor. Tiene como finalidad responder al amor gratuito y absolutamente radical de Dios en Jesús con una postura también gratuita y radical; que sólo ese amor le da sentido y la mantiene, y que ese amor debe gritar.
La misma vida contemplativa es su principal apostolado. Esta es su forma de ser, vivir y realizar la comunión en la Iglesia.

Te considero colaboradora del mismo Dios y sostenedora de os miembros abatidos de su cuerpo inefable que es la Iglesia de Dios (3ta Carta de Clara)

El mensaje de Francisco y Clara es tan actual hoy como entonces, porque muestran un camino de pobreza y hermandad a un mundo que no siempre se rige por criterios evangélicos. Su forma de vida simple y humilde es un grito de paz al corazón de cada hombre y mujer de nuestro tiempo.

 

 

 

 

 

 

 

¿Querés también vos ser una palabra viva para los hombres de hoy?